IMPORTANCIA ACEITE MOTOR
En el mercado de los lubricantes existen dos grandes categorías de lubricantes motor:
Aceites de calle (uso convencional o OEM) diseñados para vehículos de serie, que circulan en carretera pública y aceites de competición (uso exclusivo competición) formulados para el máximo rendimiento en condiciones extremas.
La diferencia fundamental está en los requisitos legales y normativos que debe cumplir cada uno.
Aceites de calle: obligación de cumplir normativas
Los aceites destinados al uso en vehículos de calle deben cumplir con homologaciones oficiales y normas internacionales como:
- API (American Petroleum Institute)
- ACEA (European Automobile Manufacturers Association)
- ILSAC (International Lubricant Standardization and Approval Committee)
- Homologaciones de fabricantes (VW, BMW, Mercedes, Porsche, etc.)
Estas normas buscan garantizar aspectos como:
- Reducción de emisiones contaminantes.
- Compatibilidad con catalizadores y filtros de partículas.
- Ahorro de combustible (baja fricción).
- Intervalos de cambio prolongados (long-life).
Para cumplir esas normativas, los aceites de calle reducen la cantidad de ciertos aditivos (como el zinc/fósforo) diseñados para un uso diario y no para someterlo a fuertes cargas de trabajo o altas temperaturas.
Aceites de competición: sin normas, sin limitaciones
Un aceite de competición no está diseñado para cumplir normas de emisiones ni para alargar el cambio de aceite, su único objetivo es: máxima protección y rendimiento en condiciones extremas.
Por eso, no llevan homologaciones, ni normativa.
No es que sean peores, es que juegan en otra liga.
- Se usan en motores de carreras que no tienen catalizadores ni filtros de partículas.
- Se cambian con muchísima frecuencia (a veces después de cada carrera).
- Se formulan con niveles muy altos de ZDDP (zinc/fósforo) y otros aditivos prohibidos en aceites de calle.
- No buscan eficiencia de consumo, buscan potencia y durabilidad bajo estrés extremo.
- Mayor protección del motor
- Menor desgaste de las piezas internas del motor
- Mantiene la presión aceite en caliente
- Ideal para vehiculo con taques hidráulicos, evita el rebote
En otras palabras: si cumplieran las normativas, no servirían para competición.
Es muy “normal” que muchos fabricantes pongan en el envase de aceite la etiqueta “competición”, esto normalmente es una publicidad engañosa.
Es muy fácil detectar si un aceite realmente es de competición o no, simplemente ver las características del aceite en el envase, si posee API, ACEA u otra homologación de fabricante como OPEL, VW, Renault….etc, este aceite es para un uso diario de calle NO PARA COMPETICION.
Sin embargo un aceite como DRIVEN no posee ningun tipo de homologación ni normativa, ya que se ha diseñado para su uso en competición y preparado para someter al lubricantes a temperaturas y cargas de trabajo extremas, es un fabricante especializado en el suministro de aceite de motor para su uso en Competicion.
Diferencia clave en homologaciones
Un aceite homologado debe pasar pruebas oficiales estandarizadas.
Un aceite de competición se prueba en competiciones, rally, drag, resistencia… La “homologación” real es la experiencia de los equipos que lo utilizan.
✅ Conclusión:
Los aceites de competición no tienen normativas ni homologaciones porque no están pensados para cumplir las exigencias legales de un coche de calle, sino para ofrecer máxima protección y potencia en condiciones extremas de carrera, donde la durabilidad y el rendimiento inmediato pesan más que las emisiones o la eficiencia de consumo.